Hola.
Hoy vengo a hablar de literatura, inspiración y el motivo por el que creo que necesitamos la ficción en el día a día.
Algunes ya sabréis que además de trabajar en Folktales me dedico profesionalmente a la literatura, no solo en lo que a escritura se refiere, también imparto talleres literarios para administraciones, ayuntamientos, casas de la mujer y un montón de lugares donde tengo la suerte de encontrar personas que comparten mis intereses, inquietudes literarias y ganas de vivir las letras con intensidad. Pero en algún momento siempre nos acabamos haciendo las mismas preguntas: ¿Para qué? ¿Qué sentido tiene escribir ficción? ¿Y consumirla? ¿Qué aporta? Por si tú también te lo has preguntado, allá va una serie de respuestas.
Sobre la escritura…
Escribimos ficción porque amamos escribir. Nos gusta contar historias. Nos dan forma esas anécdotas que trasladamos al papel, en ocasiones queremos producir una emoción, o comprenderla. Nos dan forma las historias que contamos, en ocasiones inspiradas en nuestras vivencias, otras veces, sencillamente, nos produce bienestar inventar de cero, fantasear a través de publicaciones, o en nuestros diarios.
También inventamos mundos donde la realidad se refleja de otra manera para tener más perspectivas sobre la misma cosa. Reescribimos la realidad desde nuestra subjetividad para analizarla y comprenderla. Nos gusta poner el mundo del revés, conducir a personajes a lo largo de historias y aventuras que quizá no podamos vivir en el plano real, pero tenemos ganas de experimentar en la ficción. Las diferencias entre planos nos inspiran juegos, planteamos rompecabezas a nuestros lectores, diseñamos un nuevo orden de las cosas y lo disfrutamos más o menos, dependiendo del género de la historia.
Sobre la lectura…
¿Has escuchado alguna vez eso de que el que lee vive mil vidas? Es un tópico, cierto, pero si vas un poco más allá, si analizas el aspecto literario de esta afirmación, quizá te plantees si es un tópico al uso o se refiere a algo como que el que lee conoce más formas de interpretar el mundo que el que no lee.
En la ficción no solo buscamos entretenimiento, buscamos solución a los problemas del alma. En ocasiones, recurrimos a los libros para sentir que no estamos solos. No me refiero a ese otro tópico de: “Un libro es la mejor compañía”. No. Hablo de encontrar en la trama de una ficción experiencias similares a las que tú estás viviendo, esas que pensaban que eran únicas, puede que trágicas, cosas que nadie salvo tú sufre o puede comprender… Pero te pones a leer y resulta que hubo alguien en el pasado que vivió circunstancias similares y su experiencia, su forma de resolver el conflicto, está recogida en un tomo de equis páginas que, efectivamente, te ayudará a comprender que aquello que te aflige sucedió antes. El libro te cogerá de la mano y te acompañará en el descubrimiento de respuestas, te contará qué hizo el personaje -o el autor-, para lidiar con sus conflictos. Te hará propuestas, te acercará a soluciones. Es fundamental leer buena literatura escrita por una mano confiable.
Cuando no buscamos solución a los problemas del alma, nos dejamos inspirar por el imaginario de otras personas, empatizamos con personajes inspirados en personas reales, en modelos arquetípicos de humanos también lidiando con cosas… ¿Si leo literatura fantástica sobre un pueblo de goblins guerreros también voy a descubrir conductas humanas o la fantasía va por otro camino? No creo. Probablemente cada goblin tenga un rol y cada rol obedezca a un reflejo del mundo real en ese de ficción, pero bueno, tendríamos que leer el libro para saberlo al cien por cien, jeje.
De momento te sugiero que leas, que escribas, y disfrutes de la ficción de todas las formas que consideres oportuno. Un gran escritor que adoro me dijo una vez que estamos hechos de historias. No hay nada más bonito que crear arte, ficciones y fantasías para celebrar que somos, que estamos.
Mimi.